Ansiedad, óleo sobre tela, 1894,Museo Munch, Oslo |
Sólo dime que son tonterías si has sentido la mínima parte
que lo que yo sentí. Solo entonces quizás podrás entender mi camino.
Si alguna vez estuviste en lo alto de una montaña, desde
donde casi pudiste alcanzar a acariciar las nubes, cuando los sueños parecían
hacerse realidad, donde las esperanzas e ilusiones revivían, desde dónde
parecías invencible. Entonces quizá entiendas que la caída te rompa en mil
pedazos.
Sólo dime que eran tonterías si has sentido como un nudo te
quema la garganta y te impide hablar,
como el pecho no consigue retener el aire y soltarlo con facilidad. Sólo dime
que eran tonterías si te pasó eso rodeada de gente y a pesar de eso dibujar una
sonrisa y mantener la compostura, y al salir y cerrarse la puerta tras de ti sentir que las piernas sin fuerza y temblorosas son incapaces de bajar las escaleras,
agarrarte tan fuerte a la barandilla para no caer mientras el nudo sigue
quemando la garganta y el aire se
resiste a llegar a los pulmones. Llegar
al coche y romper a llorar y no saber cómo llegaste a casa.
Sólo dime que son tonterías si cuando tenías tan claro lo
que querías te encontraste con un acantilado y no fuiste de capaz de encontrar
la manera de cruzarlo. Si en los intentos te caíste en el más fondo y oscuro lugar. Sólo
dime que son tonterías si no podías dormir por las noches y durante el día deseabas
no despertar jamás. Si yaciste horas en
el suelo frío llorando intentando olvidar.
Si cuando pediste ayuda se te cerraron las puertas , si con
las actitudes de los demás te sentiste
que no valías nada, que no eras suficientemente buena para nada y te culpabilizabas de todo, pero a pesar de
eso abriste tu corazón, intentaste explicar tus sentimientos y lo que recibiste
fue silencio, entonces dime que son tonterías.
Y a pesar de toda la mierda que me rodeaba fui capaz de
asumir que había un problema y que lo iba a resolver. Y no me digas que fueron
tonterías porque no fue nada fácil porque seguí encontrando piedras en el
camino, pero ya había dado el paso y a pesar de la incomprensión de mi
alrededor ya había empezado a caminar. Y no me digas que eran tonterías porque tuve
que tomar decisiones duras y a pesar del miedo sobreviví.
Y si a pesar de eso sigues empeñándote en decir que eran
tonterías te diré que cuando creía que
ya veía la luz, la vida se encargó de recordarme que la única que gana
la partida al tiempo es la muerte.
Porque no fueron tonterías lo que vivimos durante cuatro jodidos meses, no… te lo aseguro… pero
esto me dio la perspectiva suficiente para
ver con claridad que sobraba en mi camino. Y ahora si puedo decir que fui VALIENTE.
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